Hace poco descubrí, camino al trabajo, que los niños necesitan muy poco para distraerse y hacer sonreír. Algo le llamó la atención a este del que hablo (de dos o tres años, no creo que más) cuando me encontró a mí, que por supuesto estaba enfrascado en mi lectura mañanera. Se me quedó mirando largo rato y se trataba de asomar a mi libro.
Quienes me conocen saben que una vez metido en las páginas es muy difícil sacarme de allí. Pero el escuincle no iba a ceder.
De pronto, una mano regordeta (que no era la mía) le dio un tímido jalón a mi libro, que yo le atribuí al movimiento del metro, hasta que la esquina del libro se dobló. Dos ojos se encontraron con dos ojos. Pero no hubo susto, sino confianza.
El niño se asomó finalmente a mi libro, y pude ver (como en las caricaturas) que algo le hacía “clic”. Ya entiendo, estabas leyendo.
En ese momento, la mamá del niño le dio a él un exitoso jalón, para salir del metro justo a tiempo. Como epílogo, el niño agita la mano y se despide del lector, que se queda sonriendo un par de estaciones mientras la inercia de la lectura lo atrapa de nuevo.
9 replies on “El clic de leer”
Ojalá el niño quede intrigado / atrapado y se convierta en lector.
a mi no me engañan… con los escuincles eso solo sucede si:
a)son libros ilustrados.
b)es libro de relatos eroticos (con o sin ilustraciones.
¿de que trata el libro?
Bueno… Estoy de acuerdo con el comment anterior, si tu lectura era el sensacional de traileros, seguro llama la atencion de cualquiera.
Que bien que leas, y en el metro es mas comodo que en los guajoloteros que te hacen rebotar y te mareas… Ah, por cierto, si, mi pa es el mas fan del Necaisa, puedes estar tan seguro de ello como de que me hiciste el dia con tu visita y comentario, txs!
¡Ja!
lo del Necaxa si que es algo. Un tío mío era el más fásn del mentado equipo, pero al crecer fue como si hubiera comido el fruto prohibido: le dio pena y cambió aun equipo más popular.
Ahora se dice chiva de corazón.
Esque hay gente que no soporta la soledad del raro; del que no le gusta el meinstrim.
Y por cierto, note usté querida lectora que en esta pocilga escribimos de planta dos cuchis; este post fue escrito por el señor de la palabra; que por cierto se lo presento.
Pffffffffffff, haberlo dicho antes… Aste dispense… Mi mama le diria a tu tio con todas sus fuerzas Villamelon… Saludosnes
El libro era “La felicidad de los ogros”, de Daniel Pennac. La portada es muy colorida y creo que eso (y mis gestos) fueron lo que intrigó al futuro lector. Además, me parece uno de los mejores y más divertidos libros que he leído este año.
Por cierto…
Creyeron que YO era Alberto
jejeje
La verdá es que es un gran halago
….¡para el ChanchoPensante!
=)
Leo tus palabras Iván y me acuerdo cuando me madre me llevaba al dentista al Hospital de Marina en San Angel… recorríamos desde Tacuba hasta Tasqueña y recuerdo dos cosas de esos viajes:
Elegir el sabor de los Twinkys que le llevaría de regreso a mi hermanito el 7 palabras y me encantaba mirar a los jóvenes que iban sentados leyendo; más de una vez me imaginé “¿Qué pasará dentro de esas hojas que no voltean para arriba?”. Ahora casi 30 años después lo sé porque soy el más Fanss de leer en el metro.
Con tu historia y la mía me doy cuenta que no hay historias unitarias en esta vida y como dice la rola con la que se casó el 7 palabras “History repeating”…
Por cierto que nunca supe si le gustaban los Tuinquis que le llevaba…
Pues conozco a más de uno que deja su auto con tal de poder tener quien maneje por ellos (en el metro) mientras leen un libro.
Sin duda falta mucho para que en Mexico se tenga cultura de leer, la mayor parte de los libros que se compran son los que las escuelas o trabajos forzan a la gente a comprar.
Por otro lado seguro que el chamaco se vió atraído por un viejito obsesionado en un tabique colorido. jajaja
7words7: Eso de leer en el transporte se me ha dado desde siempre. Qué bueno que sepas de lo que hablo y lo disfrutes. ¡Los Tuinkis! Vaya recuerdo lejano… los que a mí me gustaban eran los de vainilla quesque porque sabían menos artificiales… jajaja
Eduardo: Parece que la edad te está afectando demasiado… no te proyectes, ¿eh? que de todos modos siempre serás más viejo que yo…
Bienvenidos sean ambos a este espacio. Gracias por comentar.