Al amparo de octubre, la magia y un relato para cumplir con mi turno mensual en el changarro colectivo de todos conocido, alias Escribidores y Literaturos.
Esta vez nos asomamos al antes de un cuento, para que vean que no todo es como lo creen.
Ya para cerrar esta semana, o empezar la que empieza, pongo una teoría más de lo que en mi opinión son los blogs.
Dejo a Mr. Wolf decir lo suyo y vuelvo al punto:
Dado que por lo general, uno llega a un blog de rebote, la pimera mirada es exploratoria. En unas cuantas ojeadas es posible saber si el dueño del espacio ‘es compatible’ con los gustos propios y sobre todo, si lo que escribe hace un clic al menos.Empieza el jueguito:
Un comentario desos ‘tu tombs op’ por acá, una revelación personal por allá y vualá; se inaugura el chupadero.
Y de ahí pal real.
Obvio, como en todo, hay niveles.
He seguido casos que por una listada en el ‘blogrol’ podrían sobajarse hasta
la ignominia: “Ay, qué guapo, simpático agradable y buena onda eres” “estoy 100% de acuerdo contiiigo…” “una vez me pasó igual”… “hiciste que me acordara de…” “que tengas un lindo inicio de semana, gusto verte por acá comentando”
Todo sea por el reiting, o el egobú, según sea el caso.
Y a fin de cuentas ¿qué?
Viva mi blogról.
Todos están ahí porque al menos alguna vez me arrancaron una sonrisa o sentí que valió la pena leer esos cinco minutos.
“Pásele marchante, que mis links, son la pura calidá”.