“Paul Valéry afirmó que un poema no se termina, se abandona, y de esto se hizo eco Octavio Paz. Creo lo contrario: el poema abandona al poeta en el desierto de su deseo no saciado.” — Juan Gelman, al recibir el premio Reina Sofía.
Este lento consumo de silencios parece, casi todo, un gemido sordo, entrecortado, maloliente, como trazo de gas pimienta en este aire que decimos –tú y yo– que respiro.
Día tras día, despepitar hasta que sólo quede eso: un rastro de semillas donde nada crece, ni siquiera la carne que alojaba esa esperanza en forma de goteras. Desvelo tras desvelo, una enorme pesadilla inatrapable que asfixia.
Encuentro descanso en la confiable tinta negra (ya sabes que la azul puede ser peligrosa) y temo, creo que con razón, la visita de mi albacea, pues ahora sus afectos tienen un guardián implacable, y yo, apegado a la nostalgia y a los viejos usos, utensilios y costumbres, cada vez quedo más en desventaja.
Lo único que me mantiene cuerdo es el insomnio, cruelmente destruido por el sueño, disipado al poco rato (una hora más temprano) por la luz que inaugura la vigilia.
Ah, pero siempre llega la noche. No estoy loco; sólo escucho con un poco más de cuidado este nuevo silencio. Las voces nunca respetan mis deseos.
Los habitantes de la imaginación entran y salen en un torbellino de letras que nadie puede advertir.
Antes de que amanezca, el caos de mi cerebro persigue una palabra que le dé sentido al sacrificio, a la morbosa violación de una página blanca.
9 replies on “Barrenos”
Strong advice:
Keep listening to the voices.
Confieso que me encanta ese tipo de morbo.
Ivanius
Nada como el descontrol de la habitación (y sus huéspedes) de nuestra imaginación; sea de día o de noche. Lo contrario sería un contrasentido.
Hermosa la cita del gran Juan Gelman.
Un abrazo
Por lo menos tú has cosechado algo de esos insomnios; a mi nada más se me han remarcado las ojeras.
¿Si fuera posible escribir cada palabra que se piensa?
Luego nos leemos, Ivanius.
es posible que hasta los poetas se hayan cansado de escribir algo… a pesar de seguir teniendo tantas cosas que decir?
abrazo chancho
Si el insomnio llega, abandónate a sus brazos, cierra los ojos y déjate llevar… solo déjate llevar.
Ten cuidado con los habitantes de la imaginación, siempre están agazapados para adueñarse de ti y hacerte creer cosas que no son.
Después cuando te tienen bien agarrado te sueltan haciéndote caer hasta lo más profundo, tomando las palabras que ansiosamente persigues formando palabras inverosímiles.
Entonces no estarás loco… el sueño ha llegado.
Maessstro.
Volteo a la barra de seguidores y la cuenta va en 30. Y todo por usté y sus magníficos escritos.
Esa conexión que logra entre lo que está dentro de su cabeza y la mano… oh god.
Así.
Le mando un abrazo y sigamos fumando; y no precisamente la pipa de la paz.
Abrazo.
Yo nunca firmo con pluma negra, no se puede distinguir si es copia u original.
Está de más decir, que mi color favorito es el azul, así que pues, para evitar que algún albacea o heredero ilegítimo se atribuyan originales falsos de mis escritos, la copia original y de mi pulso de mi blog, está en una libreta, y está en tinta azul.
😉
Saludos Ivanius!!!
Mr. 7w7: Although, sometimes I wish for an off-switch
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GA: Y van 2 morbosos.
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Marichuy: Sobre todo porque a veces, el desorden organiza hallazgos inesperados, esos que paradójicamente (digo yo en pos de Gélman) nos desamparan amparándonos. Abrazo.
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Don Pherro: ¿A poco se quitan las ojeras? Si fuera posible escribir cada palabra, muchos moriríamos en el escritorio. Leamos, pues.
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Jo: A veces, las voces invasoras no armonizan, y hay que salir a otras dimensiones en busca de afinación. Abrazo choncho.
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Malquerida: El insomnio no tiene brazos, sólo agujas, que se empeñan en pinchar las ideas como insectos. Las que no se dejan, sobreviven, y por eso evolucionan, para alimentar sueños… o locuras.
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Alberto: Volteo a la cuenta de postes y tuits y veo que usté también sigue poniendo el ejemplo. Mientras “haiga” conexión, que las letras nos caigan. Abrazo.
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Jess: Sin colores favoritos, para evitar las falsificaciones y poner la herencia en orden, seguro habrá quien conozca un abogado. Porque en lo del “puño y letra” habrá que contar también los bytes. 😉 ¡Saludos!