La penumbra no me asustaba… decía yo. A los seis o siete años era dueño absoluto del mundo desde la fantasía invulnerable de los juegos. Mi trabajo actual de escribiente no se parece mucho a las andanzas que tuve como el más intrépido corsario de los siete mares: hoy prefiero el abrazo del sillón a la caricia del agua encharcada… una copa de vino es tan irresistible como ayer las nueces verdes que recogía del patio y comí siempre sucias.
A estas alturas no puedo borrar la sonrisa de mi cara; las carcajadas del héroe siguen allí, aunque la portada sea de cartón barato y el lomo esté engomado. Sólo importa pasar las páginas; no existe diferencia entre el lector y el protagonista.
Recuerdo que dejaba de leer para ensayar fintas y mandobles. Por culpa de las burlas sobre mi redondo vientre (que no lo era tanto), dejaba de ser Galahad y me vestía de Sancho Panza, o Pancino, recordando las andanzas del escudero vuelto agricultor, yo, pirata arrepentido hecho «intelectual».
El flaquísimo Rucio era un palo de escoba sobre el que podía cabalgar por horas. Hoy ruego al cielo que no aparezca alguna proeza pendiente para poder apearme de la silla y huir en busca de un café que rompa la rutina.
La agudeza mental, ayer siempre oportuna para desconcertar al enemigo, hoy exprime las neuronas para convertir una colección de anacronismos, redundancias y cacofonías trepidantes en frases fluidas y párrafos comprensibles. (continuará)
12 replies on “Aventuras bucaneras II”
Sin aquel Pancino no creo que hoy tuvieramos a Ivanius. Puedo verte reviviendo las antiguas andanzas y hasta planificando otras nuevas, encontrando errores en tus viejas tecnicas de espadachin que antes no viste… todo con los ojos cerrados reclinado en tu sillon.
Que no se detenga el torrente, amigo!
Besos.
Siempre he pensado que la mente con los años va encarcelándose, aunque sea un poco… Por fortuna, don Ivanius, la suya sigue bastante suelta y desenfadada a pesar de que ya no atraviese los siete mares ni derribe molinos, aunque desde la barrera, de pronto me lo parece. Muchos besos de acá.
No debe de costarte tanto trabajo ahora imaginar historias donde viajes y vueles sobre tierras desconocidas, solo me da un poco de curiosidad pensar si montaras a tu mismo Rucio.
Pelusa: Como dijo Chente Fernández: Ustedes sigan leyendo. O algo así.
Paloma: Aún no he empezado a pelear…
NTQVCA: Con el tiempo, las monturas dejan de ser imaginarias. Pero la imaginación sigue siendo muy útil.
Imagined scenarios are nothing but frozen truth.
Me dio artritis en los dedos o mi Mouse entró en celo… repito el errático comentario anterior:
Pero… ¿no te das cuenta de que la frescura de esos recuerdos no són sino la contsnacia misma de que todos esos personajes siguen vivos y habitándote? Afortunádamente, para tí y para noostros. Un beso Sir Chancho.
Recuerdos… Qué sería de nosotros si no los tuviéramos alojados en nuestra memoria…
Sabes Ivanius?me da mucho gusto saber que eres mi amigo,aunque sea virtual,eres muy inteligente,me enseñas cosas,cada que te leo me pregunto si estaría a la altura de tu intelecto,pero no me importa.
Eres genial y me maravillo de ver como puedes hacer para viajar a través de los libros,a mi me tiene que gustar muuuuucho un libro,para poder imaginarmelo.
Insisto,gracias por ser mi amigo.
Sabes con que libro me imaginaba todo? con Corazón diario de un niño,creo que fué uno de los primeros libros que leí y que me gustan tanto,con ése si me imagino ser la protagonista.
Mr.7w7: After waking up, there’s more imagination.
Lady Mara: Me reí mucho con lo del mouse en celo… 😀
Lau: Los recuerdos son los borradores de nuevos sueños.
Malquerida: Altura… como a 80 cm. del suelo, sentado ante la compu. 😉 A Edmundo De Amicis lo leí también como a esa edad…
Mil gracias, de verdad.
Creo que seguís siendo un paladín, solo que los dragones se han transformado en frases y textos poco claros, a los que que a diario vencéis con paciencia y empeño. Vuestro trabajo de escribiente seguro os llevará al Grial y os dará el eterno agradecimiento de las personas. Un abrazo.
Lo maravilloso de este paseo por las letras y el pasado, es que se replica en tus lectores, en sus propias experiencias, en su propio pasado.
¡Me acomodo para la siguiente parte!
Aines: A veces basta con que me lleve al siguiente capítulo…
Alejandra: Bienvenida, pásele sin fijarse en lo desbarrido.