Esta es una manera muy (digámosle “original”) de comunicarse con los que ya se nos adelantaron. Solidaridad, búsqueda o mero servicio público. Ya no sé. Ni quiero saber (al menos no ahora).
Telegramas ultraterrenos. El mensaje llega, aunque nos preguntemos cómo lo consiguió el mensajero… o cuál era el clima en el domicilio del destinatario.
5 replies on “Rincones insólitos: el mensajero ha muerto”
Yo prefiero a la usanza antigua, mandar un mail!
De pronto…
leo MUERTE y me estremezco
la sensibilidad en su punto más alto.
Lo interesante no es que la página exista, porque la cosa es que si existe, e sporque hay quien la usa… y sin garantía de entrega… ¿Dónde se fueron los buenos tiempos de los mediums y los trances de buena ley para comunicarse con los muertos? Al menos así, la estafa era más teatral.
Un abrazo desde el más acá.
Es estremecedor ver como los profundos anhelos de las personas, joyas de extraño brillo, pueden transformarse en simples monedas para la mente de quien tiene la ganancia como eje rector de sus acciones.
¿Una nueva forma de hacer negocio? No dejan de sorprenderme con sus rincones insólitos… pero este está de más allá. Un fuerte abrazo terrenal y acompasado.