Cada quien su cuento pero no tendríamos por qué torturar al Galateo con estas abominaciones, sino seguir su ejemplo del buen juicio…
Ju, tiene el ojo cuadrado…
Y a veces los abogados ofrecen la opción de darte una prórroga para sacarte más lana… ohhhh ¿Pos noquéran sinónimos?
¿Y cómo le quedó el ojo? mi Maic…
No quiero apresurarlos ni nada parecido, pero en estos días me pregunto si nos tienen a dieta de las delicias que se ofrecen en este espacio… Ya he bajado cuatro kilos de ausencias, pero la verdad, prefiero degustarlos a privarme del placer. Un fuerte abrazo…
Me parece que es un pretexto, una opcion y una preorroga no son sinonimos en el lenguaje tal vez si simbolicamente para un par de abogados o de personas pero no para la lengua, (no entiendo).
Efectivamente, la frase materia de este post fue escuchada por casualidad entre abogados profesionales, quienes aún sostienen (tras largas explicaciones) que, si se entienden bien entre ellos, no importa tanto lo que diga el diccionario. Mi reacción fue (y es) la de Felipe (el de Mafalda): “Lo malo de andar siempre con las orejas puestas es exponerse a oír frases como ésta”.
Gracias a todos por sus comentarios. Luis, bienvenido a esta pocilga.
8 replies on “Pasmus linguae”
Y eso es entre abogados, mijo…
¡Cervantes ha de estar que se lo lleva la rejija!
Cada quien su cuento pero no tendríamos por qué torturar al Galateo con estas abominaciones, sino seguir su ejemplo del buen juicio…
Ju, tiene el ojo cuadrado…
Y a veces los abogados ofrecen la opción de darte una prórroga para sacarte más lana… ohhhh ¿Pos noquéran sinónimos?
¿Y cómo le quedó el ojo? mi Maic…
No quiero apresurarlos ni nada parecido, pero en estos días me pregunto si nos tienen a dieta de las delicias que se ofrecen en este espacio… Ya he bajado cuatro kilos de ausencias, pero la verdad, prefiero degustarlos a privarme del placer. Un fuerte abrazo…
Me parece que es un pretexto, una opcion y una preorroga no son sinonimos en el lenguaje tal vez si simbolicamente para un par de abogados o de personas pero no para la lengua, (no entiendo).
Efectivamente, la frase materia de este post fue escuchada por casualidad entre abogados profesionales, quienes aún sostienen (tras largas explicaciones) que, si se entienden bien entre ellos, no importa tanto lo que diga el diccionario. Mi reacción fue (y es) la de Felipe (el de Mafalda): “Lo malo de andar siempre con las orejas puestas es exponerse a oír frases como ésta”.
Gracias a todos por sus comentarios. Luis, bienvenido a esta pocilga.