El encargado de la cosecha acudió a Lou-Sin para decirle en tono de confidencia que al terminar las tareas diarias, uno de los monjes, apartándose de los demás, se convulsionaba en una esquina del huerto. El maestro prometió tener en breve una conversación con el joven monje.
A la mañana siguiente, el discípulo no estaba en el grupo de quienes acudieron a desyerbar el jardín, y el hermano hortelano, algo inquieto, le preguntó al maestro por él.
Entonces Lou-Sin, en tono de confidencia, dijo: Aunque me gusta la música, yo tampoco sé bailar, y él ofreció ir al pueblo a buscar alguien para que nos enseñe.
Luego el maestro se alejó, silbando y convulsionándose, hacia una esquina del huerto.
13 replies on “Espasmos”
Epilepsy is dancing
She’s the Christ now departing,
And I’m finding my rhythm
As I twist in the snow.
😀
Bailar es una de las formas de conocer-se, gran decisión. Cuando quieran Lou-Sin y compañía, yo les ayudo en la convulsión 😉
Abrazo.
Perspectiva.
Cada vez lo tengo más claro.
En esta vida, una misma situación tiene demasiados ángulos.
Y sólo aquéllos que saben apreciar el delicioso obsequio de la existencia,
captan el mejor lado de la fotografía.
… a seguir fotografiando momentos!
Saludos Ivanius!
Ignorance is stubborn…refuses to go away!
es que es por el lado del ángulo que no previene uno que causa esa compulsión
con ritmo 😀
¿Tiene los dos pies izquierdos o no tiene oido musical?.
Besos Chanchito. 🙂
Ivanius
Je, es la primera vez que sé de monjes bailarines… digo, salvo los que se ha inventado Hollywood.
Pero está bien: mejor que los monjes se convulsionen bailando, así sacan el estrés.
Abrazos bailados
O más bien necesitaban darle un aire lógico a las convulsiones… ?
o estaban enfermos
no
mejor le hubieran dado un efecto místico y decir que estaban en éxtasis
ah no… no son monjes católicos estos.
Estos monjes tuyos son un reto para el observador clásico.
Abrazo
Ahora que si se trataba de bailar… yo sí he visto monjes que bailan… en Nepal.
No hay peor ciego…
Y, al final, montaron la escuelita de danza?
Perdone usted mi expresión, don Ivanius, pero este Lou-sin me cae de poca madre (cada vez un poco más). Chanchibesos dancísticos y dígale a Lou-sin que tenemos una cita marcada para ir a explorar con un buen ritmo ;o)
Bailar, solo, hasta cansarme ó entre la bola (de cuates), sin preocuparme.
Diana: Antony and the Johnsons. Mire usté a dónde lleva ampliar el catálogo musical…
—
GA: Ya ve cómo es Lou-Sin, siempre insiste en que el autoconocimiento exige moverse. F. le manda un abrazo triple.
—
Jess: A veces, una foto muy movida es un momento inolvidable. Pero hay que saber mirarlo. ¡Saludos!
—
Mr. 7w7: Fortunately, there’s no lack of cleaning solutions.
—
Jo: Cierto, la perspectiva puede alterar la vista. O inhibir el ritmo. 🙂
—
Malquerida: El monje tiene un pie izquierdo y Lou-Sin otro. El maestro probablemente ha oído más música. Abrazo.
—
Marichuy: Como bien dice MauVenom, sí hay monjes bailarines, por ejemplo los derviches, que así hacen oración. Esa combinación sin duda es anti-estrés, aunque quizás marea un poco. Abrazos giratorios.
—
MV: Los monjes disfrutan la música, y el movimiento. Aunque vayan a escuelas diferentes.
—
Pelusa: Bailar con los ojos cerrados también tiene su gracia. La escuela no sé, pero el aprendizaje es continuo, dicen. Beso.
—
Paloma: Creo que has encontrado otra clave para la convulsión: la carcajada. Lou-Sin te envía un, dos, tres, cha cha chanchibesos.
—
Don Pherro: Eso, despreocupadamente. Se ve que usté sí sabe. Saludos.