Categories
Corriente

Las letras por la ventana

Hay quienes dicen que debemos acostumbrarnos a leer sólo electrones, que el libro es un anacronismo que no se ha dado cuenta de su extinción y no sé cuántos blablablás, o zazaza sarasa, como dicen allá en tierra gaucha.

Lo cierto es que la CANIEM, agrupación mexicana de editores y vendedores de libros, dice que la industria de la publicación (impresa, se entiende) está en crisis, mientras crece exponencialmente la cantidad de libros disponibles como descarga electrónica.

Conste que no hablo de piratería (evidentemente, existe) sino especialmente de libros “raros” o desaparecidos, como por ejemplo Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno, un divertidísimo hallazgo del ingenio que hace mucho no vive en las librerías pero sí en Internet (por ejemplo, acá). Como ésta, muchas obras imposibles de encontrar o descatalogadas reaparecen gracias a la captura voluntaria o a través de un escáner.

Aquí no cuentan sólo sitios “monstruosos” como Google Books, Archive.org y el Proyecto Gutenberg, que concentran millones de obras y documentos. Hay muchos otros, en donde se puede encontrar prácticamente de todo, con un poco de paciencia y tiempo suficiente. Pienso también en la venerable Palm Pilot, pionera de las agendas electrónicas, junto al iPhone y el Kindle, entre otros artefactos que hacen posible asomarse a libros sin papel.

Esta reflexión viene al caso porque, mientras escribo el recuento de las lecturas 2009, descubro que más de diez libros los leí en pantalla. No tomo en cuenta las páginas de internet y los blogs, aunque hay muchos que merecerían ser tomados en cuenta como libros, por la calidad de su contenido. Pero ya habrá ocasión de volver sobre este punto.

Próximamente, la reseña de lecturas 2009. Se vale tomar nota, y también recomendar. Acá nos leemos.

By Ivanius

Intérprete de sueños, devoto de las palabras, adicto a la imaginación. Lector irredento y escribidor repentino. Ciudadano y no me canso.

10 replies on “Las letras por la ventana”

Cierto. La industria editorial está en crisis… desde hace treinta años en que ha seguido vendiendo libros, mientras tanto. Pero por culpa -más que por la falta de lectores- de la ausencia de escrúpulos de los editores que, como los disqueros, se acostumbraron a ganar mucho por poco. En fin. Que con su E-book se lo coman. Lo que si me animó fue leer pasados la continuación de tan interesante saga pingüinesca, que sin duda hará las delicias de Elaine Pagels tan pronto se entere. La reseña es obligada. La espero ansioso. Un abrazo.

ya estaba yo lista con tomar nota pero conforme avancé este es solo lo que promete
yo sigo renuente a estas nuevas cosas tecnológicas como el kindle y los demás e-books aunque de mac si soy fan
soy mas fan de leer de escudriñar las paginas, ver las letras impresas, acariciar la portada y hasta oler
un libro no se compara con estas cosas de pantalla que ya e smucho decir (acá entre nos) si resulta a veces mas artificial…

bueno y solo me quedo con el blog
😀

También coincido, eso de que está “en crisis” el negocio librero habrá que verlo, pues no me lo parece para las grandes editoriales ni las grandes librerías, sino todo lo contrario. Yo sé que se lee poco en este país, poquísimo, pero por fortuna acá tenemos un blogbarrio que en varios casos ya conocidos, nos chutamos cada uno unos 50 libros al año, lo que da un libro por semana por cabeza, promedio bastante aceptable y nada despreciable (somos unos bichos raros encantadores, ¡a que sí!). A mí me choca leer en pantalla pero a veces, no tengo más remedio porque o el presupuesto no da para entrarle o la obra, como ya apuntabas, no se encuentra por ningún lado. Deberíamos de hacer una especie de catálogo de libros digitales de los que yo tengo un montón, algunos incunables, que con mucho gusto comparto. Espero la lista por chisme y para despertar envidia, chonchibesos librescos.

Suelo ser ambientalista o al menos trato… pero la verdad es que no puedo leer libros en pantalla, me desespero horriblemente

tengo por supuesto que comprarme un chimotreto para e-books que además están padres e intentarlo

la parte que me entusiasma es pensar que puedo encontrar algunos perdidos… la que no me gusta es diluir las letras en bites… yo sé que nosotros lo hacemos pero no es lo mismo, nada que ver

los libros libros son libros

me angustia pensar que me quede sin letras si dependendo de cualquier fuente de energía externa que no sea la luz del sol

lo sé… ya estoy viejo.

Abrazo

(Voy a la Pantera Rosa)

Ivanius

Me encantó el comentario de Canalla, directo y a la yugular: los Editores son ambiciosos y faltos de escrúpulos. Y lo secundo: que con su E-Book se lo coman. Por mi parte, soy de espíritu decimonónico y no cambio el placer de sentir y oler un viejo libro… ni por la tecnología más ultra chic y mothern

Abrazos antiguos

Debido a cuestiones laborales, estoy pegada al monitor como ocho horas
diarias, así que buaj! buaj! cuando quiero leer alguna obra, en lo último
que pienso es en descargarlo….. exxxxxxcepto un libro que vale como siete
veces menos en CD que en papel…. shu, shu!

Qué se le va a hacer, además de todo, al mundo globalizado de hoy, cada vez
le interesa menos leer, Platico con mis sobrinitos y primitos, y jovenzuelos
cof cof pubertillos cof cof y en lo último que piensan es en comprar un
libro.
C’est la Vie!

Saludos!!!

Canalla: Palomo dijo alguna vez: No es cierto que los libros no den para vivir; el secreto está en no ser quien los escribe. Elaine Pagels… debería leer a Carlos Heredia, que fue, mutatis mutandis, quien me inspiró el formato de la saga pingüinesca, con una obra imprescindible y amenísima: Memorias de un repórter de los tiempos de Cristo. Ahora voy a EyL a comentarte. Un abrazo.

Jo: La renuencia se vale, mientras no llegue a renuncia. Los electrones también son magnéticos, aunque las páginas leídas permanezcan mejor en la memoria de papel.

Paloma: “Bichos raros encantadores”. 😀 Tú lo has dicho. Y a nombre de los lectores explotados, habremos de emprender la creación del catálogo, por supuesto. 2010 chanchibesos.

MV: Sería bueno analizar el impacto ambiental de la computadora frente al de la industria editorial. Algo me dice que ninguna de las dos alternativas da para sentirse muy tranquilo, por más que se les diga “E-book” y “Dead Tree Edition”. Coincido contigo en que leer en pantalla sigue siendo mucho menos gratificante. Pero funciona. Yo diría: un libro sigue siendo libro, pero no es lo mismo un libro de historias ejemplares que un ejemplar con historia. Qué bueno que ya viste a la Pantera Rosa. Un abrazo.

Mr. 7w7: Books will prevail as long as readers read.

Marichuy: Más que eso: los editores también tienen, como la tenían los disqueros, la soberbia de creer que ellos tienen más poder que los consumidores. Recuerdo cuando salió el libro 7 de Harry Potter… pero eso ya lo contaré en otro post. Yo creo que no se trata de cambiar un platillo por otro, sino de agregar nuevas recetas. Abrazos restauradores.

Jess: ¿Sólo ocho? 😛 Yo acudí a la lectura de bits por primera vez para disimular antes de una junta: en vez de “depurar mi agenda” como todos los tecnonerds, me puse a leer a Edgar Rice Burroughs, como buen libronerd. Así quedé bien, y aproveché (mucho) mejor el tiempo. ¡Abrazo!

¡Qué buen tip! Heredia es entretenido. Aproveché un hueco en mis responsabilidades corporativas -cof, cof, cof, dixit jess- de principios de año para bajarlo de Internet. Pero sigo sin poder con más de mil palabras en pantalla sin que me tiemble el alma 🙁 y debí imprimirlo. Pero que no se inquiete Mau. Lo hice en hojas para reciclaje 🙂 Privilegios de una oficina en donde con frecuencia se imprimen toneladas de datos inservibles. ¡Ash, está bien!, compraré una Kindle (a ver si luego sé cómo usarla, o convertitr PDF en Mobi sin morir en el intento). Abrazo exento de bits o impuestos por importación.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Content Protected Using Blog Protector By: PcDrome.