Frente a la taza cristalina y roja se detiene (o comienza) el tren del pensamiento. Los granos crujen, disciplinados, en la vertiginosa espiral del molino. Al abrir la tapa es necesario cerrar los ojos, para que la única sensación dominante sea el olfato.
Un chorro de agua fresca. Encima, el misterioso depósito de aluminio, canela en trozo. La avalancha de polvo marrón. Fuego, sin pelotón de fusilamiento.
Aparte, un fondo de leche, mientras el vapor comienza a hacer lo suyo, y la garganta sugiere dos gotas (o un poco más) de miel.
Por fin, el líquido cobra vida, y el contraste al servir dispersa un aroma correcto.
Va a resultar que nunca he sabido prepararlo, o que la mística de la tisana, la infusión o el brebaje de turno es solamente pretexto, punto de apoyo, para el vuelo mental.
La verdad, eso ahora no importa: ha comenzado un nuevo día.
5 replies on “I Java Dream XVIII”
Life’s about little precious moments.
Cheers mate!
Por lo menos lo describes bien
yo puedo jactarme de saber hacer cosas en la cocina
lo ridiculo es que no sepa preparar cafe
mas que el de olla
y nadie en mi casa lo toma
porque vivo sola
jaja
Todo sea en aras de beber una bebida deliciosa aunque sin canela sería mejor, la canela es para el café de muertos.
Delicado recuento de ese pequeño gran detalle de la existencia… de esa razón para encender el día. Me llegan los olores, voy a dormir tranquila, 2011 como siempre, perfumados y en especie.
Mr. 7w7: Little by little, it becomes precious. Cheers!
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Jolie: Cada quien su brebaje, lo importante es encontrarlo y saborearlo.
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Malquerida: Pues será de levantar muertos, porque ese aroma y sabor (casi) todo lo pueden.
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Paloma: Tomado a una hora pertinente, también ayuda a disponer el descanso, dicen. 2011, somníferos.