Del pueblo cercano al monasterio llegó la advertencia: una banda de forajidos estaba cerca. Al enterarse, algunos de los discípulos comentaron las leyendas que describen a los monjes como implacables expertos en artes marciales bajo una apariencia insignificante.
Con cierta inquietud (y algo de imprecisa esperanza), uno de los más jóvenes le preguntó al viejo maestro si era posible estar preparados para la adversidad.
Entonces Lou-Sin sonrió y dijo: lleva la serenidad como tatuaje, no como armadura; así no estorba ni amenaza, pero sirve para identificarte.
7 replies on “Marcas”
Yo quisiera preguntarle al maestro, ¿cómo hace uno para tatuarse la serenidad encima? Lo he intentado varias veces, ¡pero de repente se me borra! 🙁
I could use some advises, please. 😉
Sometimes it’s better to stay low profile.
Siempre sabio el Maestro Lou-Sin.
Pero quiero pensar que sabe tirar unos buenos madrazos, digo, por si acaso.
Saludos Chancho, cuídate, luego nos leemos.
El maestro es un sabio ojalá existiere en la vida real y anduviera por ahí compartiendo sus enseñanzas.
Abrazo choncho, Chancho.
Luna: Para que no se borre, retocarla y alimentarla, dicen. Y repetir en dosis incontroladas. 😉
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Mr.7w7: Stay quiet, and always choose your battles.
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Don Pherro: Lo que se ha de necesitar se aprende, por si acaso. Nos leemos.
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Malquerida: La vida existe, y siempre está llena de enseñanzas.
I agree with 7W7!!! =)
¡Ah, saudades de Lou-Sin! Y como siempre, sabe de lo que habla… un beso grande al maestro y 2010 pa’ usté, con nublados y menos sol (al fin).