“En el país donde vive Montag está prohibido leer. Porque leer obliga a pensar, y pensar impide ser feliz“.
Hace bastantes ayeres, cuando vi esas frases en la cuarta de forros de un libro, TUVE que comprarlo. Hoy no necesito tenerlo a la vista para recordarlas y volver a vivir, como entonces, el asombro de un lector sumergido en un mundo que parecía creado sólo para él, de la mano de un narrador que se indignaba igual que yo ante un mundo donde los libros están proscritos.
“If we listened to our intellect, we’d never have a love affair. We’d never have a friendship. We’d never go into business, because we’d be cynical. Well, that’s nonsense. You’ve got to jump off cliffs all the time and build your wings on the way down.”
Hubo una vez un escritor que le demostró a muchos lectores que las palabras sobreviven, inflaman, alimentan… porque ayudan (también) a pensar y a ser felices… extendiendo las alas.
Godspeed, Mr. Bradbury.
AVISOS PARROQUIALES
Este es el post 399. Fin del comunicado.
3 replies on “Frío de Fahrenheit”
Es raro que me duela tanto la muerte de este hombre. Yo de él aprendí la soledad… era un niño cuando mi madre me regaló una versión ilustrada de La Sirena de la Niebla y te juro que ahí entendí que las cosas podrían ser difíciles… tuve una cierta angustia por encontrarle otro final pero no… tiene el que es.
Hoy volví a leer el cuento… me sigue golpeando igual.
… (suspiro)
Así somos los hombres ilustrados… aunque sólo tengamos dos tatuajes.
Abrazo triste
el luto es color rojo marciano.
MV: Tendré que repasar mis lecturas Bradburyanas en busca de ese cuento, aunque el que llevo pirograbado en el cerebro es ese de Montag y Cía. Gracias.
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Jo: El luto es tecnicolor o ausencia de color. Aunque a veces sólo ausencia.