Las siguientes son algunas de las razones por las que jamás me iría de México a vivir a otro país:
- La gente.
- El clima (aunque en días como hoy…).
- El desorden ordenado en el que se vive.
- La comida.
¿Cómo entender la hora de la comida sin chile, cebolla, y limón?
Si, cómo no.
El fua grá: delicioso, sublime.
Las ostras Rockefeller: uf.
Pato laqueado: yes plis.
Pero a ver, ¿cuántos domingos sin barbacoa o carnitas aguanta el alma? ¿cuántos días puede uno estar sin tamales de verde o rajas? ¿sin sopes y huaraches?
No. No voy a ningún lado.