Esa es la vida despreocupada de los ChanchoPensantes: somos expertos, no perfectos. Y de pronto cumplimos un año.
No sabíamos cómo festejarlo. Así que dejamos pasar el tiempo quesque para reagruparnos. Pero no como nos pintan los apologetas de la mugre, con la vista baja y el hocico en el lodo, ni como nos describe Orwell, torpes sobre dos patas. No. Más bien, simplemente, andando.
Tal vez ha llegado la hora de recordar, como lo dijimos al inicio de esta aventura, que es peligroso vivir demasiado cerca de la suciedad porque corremos peligro de aceptarla. No porque nos guste la mugre, sino porque, en el fondo, nos damos cuenta de que mantener la casa limpia cuesta mucho más trabajo que habituarnos a vivir empantanados.
A moverse, pues. ¡Seguimos adelante!