Ante las tristes noticias recibidas sobre Fukushima, los monjes se acercaron al viejo maestro en busca de palabras de consuelo y esperanza. Lou-Sin les invitó a cerrar los ojos y meditar ante el fuego ceremonial del patio.
Mientras tanto, llegaron al monasterio algunos grupos que hacían campismo en el bosque vecino, y al ver a los monjes decidieron imitarlos. Pronto, el patio entero estuvo repleto de gente.
Entonces uno de los discípulos preguntó: Maestro, ¿qué hacer cuando suceden estas catástrofes?
Entonces Lou-Sin señaló con gesto amable a la multitud y dijo: Quienes extienden la mano para actuar siempre encontrarán otras manos que les acompañen.
5 replies on “Empatías”
como cada quien busca el consuelo donde se tiene mas fe.
es de esas cosas que no se deberia perder ni el momento mas obscuro.
me escucho?…
besos
Hacer algo y no quedarse con los brazos cruzados. Hacer algo por mínimo que sea será mejor que quedarse observando.
*Hablando muy bajito* ¿Estaré muy sensible esta mañana? Es que, don Ivanius, casi me hiciste llorar. 2011 con las manos acompañadas.
Whenever you reach out… I’ll be there
FotoMadrina: Así logramos que no sólo responda el eco. Besos.
—
Malquerida: Moverse es vivir, dicen; observar, sólo para tomar apuntes.
—
Paloma: A veces un susurro basta para hacerse oír. 2011, siempre.
—
Mr. 7w7 neé piKa: Extra hands are always welcome, dear pal.