Categories
Corriente Marranadas

Mexicano a mucha honra

Hace unos días, Mara comentaba en su espacio acerca de las perplejidades a las que se enfrentan los extranjeros en México cuando deciden adquirir la nacionalidad mexicana, y planteó un completísimo examen de mexicanidad que nunca se le hubiera ocurrido a la SRE.

Para comprobar que el ser del mexicano es más complejo de lo que puede reflejar un “test”, he aquí las respuestas de este Chanchopensante, sin aprobación de la SRE (ni de la SEP). Gracias a Mara y a NTQVCA por la sugerencia de publicarlas.

Sección 1: Las de libro de texto y biblioteca.
a) ¿En la época de la nueva España, a qué se les llamaba obrajes?
A los lugares donde recogen el agua de borrajas.
b) ¿Qué reproduce el templo de Quetzalcoatl?
Las piedras no se reproducen, se quiebran.
c) ¿Quién fue la primera mujer médica en México?
Cualquier madre es médica, pero no toda mujer es madre. ¿Cuál era la pregunta?
d) ¿A qué se le conoce con el nombre de las “Siete Leyes”?
Yo sólo conozco cinco: La ley de la gravedad, la ley de Murphy, la ley del Talión, la ley de la selva y la ley de la vida.
e) ¿En qué estado de la República se encuentra el sitio arqueológico denominado Huatabampo?
Si es arqueológico, en estado de indefensión.
f) ¿En qué estado de la República se encuentra el sitio arqueológico denominado El Zape?
Si el Zape es un sitio arqueológico, entonces los Zetas son una banda de músicos. Véase la respuesta anterior.
g) ¿En qué año se instaló la primera línea telefónica de la República Mexicana y a qué edificios comunicaba?
Seguramente a algún jefe con algún subordinado. Ahora también.
h) ¿Qué era la “Cuenca Larga”?
Es “Cuenta Larga”, y se refiere al tiempo que pasa entre el inicio de un sexenio y el Año de Hidalgo (o de la “Mano Larga”).

Sección 2. Las de la maestra Televisa, la profesora Chapoy y otros asesores.
a) ¿Con quién engañó Cuauhtémoc Blanco a su novia?
Con una chismosa.
b) ¿Cuántas cirugías lleva Elba Esther?
Hasta ayer, sólo una. Lo que pasa es que no se ha recuperado.
c) Diga el nombre de la novela de las 9 en canal 2 y la del mismo horario en el 13.
¿A poco hay más cosas en la tele?
d) ¿Quién pagó las primeras bubis de Ninel Conde?
Un suertudo.
e) ¿De quién son los primeros dos hijos de Lupita D’Alessio?
De un valiente.
f) ¿A que se dedica la mujer de Marcelo Ebrard cuando no está con su amor?
A la salud (¡Salúuuuud!)
g) ¿Dónde nació Ana Layevska? (O como demonios se escriba)
Mientras sea mayor de edad, eso no importa.
h) ¿De quién fue marido Juan Osorio?
De una trepadora.
(Si te supiste la respuesta de más de 5, no te hagas, tú compras la TV NOTAS).

Sección 3: Las que sabemos o aprendemos por vivencia o convivencia.
a) Complete: “Ella quiso quedarse…, pero ya estaba escrito …su amor”.
…con todo …el divorcio …y cada quien se fue con…
b) ¿Cómo se prepara un muppet?
No creo que nadie esté preparado para que le metan la mano por ahí.
c) ¿Cómo se prepara una cucaracha?
A pisotones, hasta que cruja.
d) En México, ¿cuándo se muestran las lunas más bonitas?
(Me niego a responder, porque me pega mi mujer)
e) Para ser más bella, me mojo en la primera lluvia de ¿qué mes?
Mejor que se bañe diario, aunque siga siendo fea.
f) Complete: “El que pa’ wey nació…”
…seguro chambea de diputado’
g) ¿Cuánto valía el teléfono público en los 70s?
Uno de veinte. Hoy, todos los veinte ya valieron.
h) ¿Cómo se llaman las nieves de Coyoacán?
Nieves.
i) ¿Con qué comida nos curamos una cruda?
Según cuánto haya costado la borrachera.
j) ¿Cuándo llevas tamales si te toca muñeco en la rosca del 6 de enero?
Yo mejor no corto la rosca.
h) ¿Dónde se lleva (o se llevaba) a los niños a tomarse la foto con los Reyes Magos?
A Disneylandia.
i) Alimento típico mexicano que se come en el cine. (No vaya a decir palomitas)
Nachos (jejeje).
j) Complete: “Sólo las ollas saben….”
… a barro’.
k) ¿Qué platillo es típico de septiembre porque tiene los tres colores de la bandera?
La gelatina.
l) ¿Quién pide dinero increpándonos: “…para que no muera la tradición”?
Los limosneros.
m) ¿A qué le echan huevos las monjas?
A la cocina.
n) ¿En qué libro se recopila la colección más completa de albures y dobles sentidos típicos de nuestro país?
En la Constitución.

Categories
Marranadas

Don’t sweat the technique

así me quiero ver en los dias dificiles
así me quiero ver en los dias dificiles

Una vez estábamos en una fiesta sepa dios dónde, en casa de no sé quién tirando dardos; nomás por diversión. Nada de apuestas.

Me salían tiros de fantasía, cruzaítos, chuequitos, rápidos, lentos, con comba, sin comba; y casi todos pegaban en el tablerito; obvio no en el centro, pero cerca.

Y que me dice: “¿cómo le haces?” me dice…
Y yo: “aaa ps asíii. Nomás le avientas así, y ps ya.”

“Noooo, pero dime “cómo”.
Y yo: “Ah chingá, qué buena pregunta”.

Tomé aire, y me dispuse a lanzar otro dardo; pero esta vez atento a cada fibra de mi cuerpo, a cómo se movía cada hueso, cada cartilaguito.

Lo ví, lo sentí.

Y que le digo: “Mira, ps primero, pones los pies firmes. Sientes cómo el talón pega en el piso, y carga tu cabeza. Separas un poco los pies, apoyas el peso de la espalda y hombros en la cadera, relajas el omóplato y alzas el brazo jalando desde el codo. Echas para atrás la mano, sintiendo cómo gira el brazo tomando como centro el codo; tuerces un poco la muñeca y cuando te sientas lista, tensas el bícep, dejas que la fuerza llegue al brazo y destuerces la muñeca cuando la mano va para adelante. Y sueltas. Vualá”.

Y que le pega al centro.

Creo que tanta emoción lo echó a perder, porque de ahí palante, nomás no le pegamos a ningún centro. Nos aburrimos y mejor seguimos bebiendo.

En días como estos me gustaría poder llegar a una técnica, una receta, un algo que me ayude a no encabronarme tanto. Así. Que fuera tan sencillo como recargar el peso en las piernas, como torcer la espalda y que por ahí resbalara el torrente de pendejadas ajenas rebotadas a propósito.

Quebrar la muñeca y desestimar las falsas imputaciones.

Aplicar la media vuelta por tiempos y negarme explícitamente a seguir aguantando pendejos.
Mierda.
Cuánta frustración para un sólo día.

Y ¿a qué iba?

Ah, sí. Feliz octubre.

Categories
Corriente Disculpitas Explicaciones Marranadas

A quien corresponda

Estimado destinatario:

No sé qué decirle que no suene a frase de cajón. Me piden presentar a usted, a quien no conozco, una persona que ciertamente conozco.

Si en cambio fuera usted quien me conoce, sabría preguntarme: «¿vale la pena Fulano?» a lo cual yo respondería: «¿la pena de qué?». Por eso le pedí a quien porta esta misiva que la escribiera él mismo y me la presentara para firma.

Sí, soy un hombre ocupado. Aunque no puedo decirle de Fulano algo especialmente luminoso o determinante, me gustaría hacerlo. Sería agradable, y mucho más breve, recomendar a una persona ante otra diciendo: «No sé cómo ha podido sobrevivir hasta ahora. Me atrevo a decirle que su vida será más grata y sus ingresos más considerables si decide incluir a Fulano entre los copartícipes de su nómina». O algo breve, menos agradable, aunque casi tan eficaz, y mucho más contundente: «Es mejor ganar un empleado que un enemigo». Pero si quiere frases como ésta, pídaselas a Maquiavelo.

Otra cosa más: ya sé que no le he dicho cómo se llama la persona de quien le hablo. Pero creo que, siendo los dos desconocidos entre sí, lo primero que harán será presentarse mutuamente. Entonces, usted y yo tendremos un conocido común. Le invito a tomar ese riesgo.

Atentamente,

Ivanius

Categories
Corriente Marranadas

Pasmus linguae

Cervantes, grabado por Frederick Mackenzie (Wikimedia Commons)

Entre abogados, “Prórroga” y “Opción” son sinónimos.

Y Cervantes se retuerce en la tumba.

Categories
Corriente El rincón insólito Marranadas

Rincones Insólitos II: El comic es Cooltura

lo que se encuentra al no seguir la línea recta

Debo confesar que este me hizo reír.

El Capitán Cooltura y el Agente Moleskine. Lenguaje re-finado, humor nerd. Ya están advertidos. Para mejores efectos, empezar desde el principio.

Categories
Borrones Marranadas

Bueno bueno bueno…

casi son asi mis discos

Me doy cuenta del inexorable paso del tiempo por varias razones. Desde hace ya diez años, han ido quedando registrados en mi memoria casi todos los cambios de clima y estaciones de los años.

Me fascina el ligerito calentamiento que se siente los primeros días de la primavera; la gente salimos todavía abrigados, pero sabemos que lo peor ha pasado y viene lo bueno.
El verano se deja sentir con todo en sus primeros días, y, además de los días más largos, la alegría de ver el cielo tan azul y el sol tan resplandeciente a mi hora favorita (5pm) el gozo que traen esos días es incomparable. Después vienen la lluvias. Chale. No me gusta la lluvia. Los días grises. Londinenses. Holandeses.
Nel, no es para mí.
Ahora esa “época de lluvias” va de masomenos abril o noviembre. Asi de tanto hemos jodido a nuestra jefa Gaea.

Y sí, recuerdo casi todos los años y estaciones, por las marcas mentales que he puesto en proyectos, sucesos o cosas que han ido ocurriendo en mi vida… desde hace 10 años.

Mi trabajo desde hace más de 5, ha requerido que sea un auténtico bicho trashumante de la ciudá. Ora en el sur, ora en las zonas industriales, ora en santa Fe y otra vez más por CU. ¿Portales? ¿Iztapalapa? ¿porqué no Tlalnepantla y Naucalpan? aún cuando no soy un gran conocedor de la ciudad, creo que he estado en muchos lugares de esta urbe. Y la amo. Me gusta.

Pero después de leer a Clau, y ahora a Lau, hablando del soundtrack de sus vidas; me doy cuenta que empiezo a ser un ruco de hueva. Mis recuerdos cada vez, están MENOS ligados a la música. Si no son las cumbias que pesco al cruzar “guaracheera liindaaa… guaracherermooooosaaaa…” o el radio en una de las oficinas que frecuento con los éxitos de radio unversal; nada. De mí no se dice nada.

Okeeei, si. Aitá el aipod.

Pero lleno hastalamadre de pura música con más de 5 años de antigüedad. Chingao, insisto. El ruco se casiapodera de mí.

Eso que tanto me había negado ser. Ese que tanto criticaba.

Después de este famoso tiramiento al piso con todo y patadas de ahogado incluídas, te pido, amable lector, me recomiendes algo de música nueva de paquete que valga la pena. Algo para acompañarme, algo para hacer el nuevo sauntrac de mi vida.

Porque neta, Mozart ya me tiene hasta la madre; y mis discos de dance-house ya están a punto de borrársles los zurcos de tantas pasadas.

Categories
Explicaciones Fotos Marranadas

Doña Mu.

La damiana en el matadero

Todavía me acuerdo de cuando perdí mi primera oportunidad.
Caí en el grupo o salón de una maestra realmente loca en cuarto año, que en serio, todas las mamás de la escuela la tenían catalogada “como un peligro”.
Algo había yo escuchado una año antes acerca de ella.

No faltaban los escuincles que recontaban con pelos y señales los desvaríos de la miss esta: “Y cuenta unas cosas bien looocas… se la pasa diciendo que ella vivía en España y que conocía a los reyes, a los príncipes, y que había bailes hasta el amanecer… con vestidos laaargos… está re-loca”.

El primer día de clases de ese cuarto año, llegué con la incertidumbre clásica que viene después de las vacaciones. Quiénes serían los compañeros, si estaría la chica que me gustaba, si el salón estaba limpio…

Y que la veo.
Una señora alta, blanca, de presencia digamos agradable, estaba muy mona sentada al escritorio mientras el tropel de chamacos entrábamos en medio de un mustio silencio.

Y que abre la boca.
“Buenos días… ehem… yo voy a ser su maestra este cuarto año… ehem… soy la maestra SoOofi ehem…espero que aprendamos y nos divirtamos mucho… ehem. Disculpen esque estoy un poquito ronca, pero esque tengo un tumor en la garganta, mi doctor ya me ha dicho muchas veces que me opere, pero no, la verdad es que a mí, me dan terror las operaciones. ¿Verdad mi amor?” Mientras cerraba su espích inaugural, y confirmaba todos los rumores acerca de su estado mental; una chamaquita  rubia ceniza con las raíces negrísimas, y cara de rata asentía vigorosamente, y copiando la “voz ronquita de su mamá” decía que si.

Además de la actitud, la voz ronca y su evidente desequilibrio mental, cuando se paró la pude ver mejor: Era blanca, pero por las plastas de maquillaje que le cubrían la cara. Los dientes… enormes y amarillos, dejaban ver el deterioro que sufre el esmalte por fumar como chacuaca; y la ropa… un saco de tweed a cuadros que en algún momento fue bonito, ahora era un depositario de manchas de café y yogúr, además de orines de perro y gato. Medias negras que de tantas jaladas parecían caladas; y para rematar… el estropajo amarillo con raíz negra de más de dos meses que llevaba en la cabeza a manera de pelo, era la confirmación de todo rumor y sospecha.

La neta no recuerdo haber sentido miedo. Más bien, incertidumbre. “Ahora sí, qué va a pasar”.

Y a punto de salir al recreo, que me aborda:

– “Tú eres Carlitos, ¿verdad?”
– “Sí maestra.”
– “Ay, dime Sofi…”
– “Sí maestra”
– “Bueno, ya me dijeron que tú eres el más inteligente de la escuela. Vas a ver que aquí vamos a aprender mucho; y ya sabes: si alguno de esos chamacos groseros te molesta, vienes conmigo, y vas a ver qué castigo le ponemos. ¿Te parece?”.
– “Sí maestra”.
– “Dime Sofi”.
– “Sí maestra”.
– “¡Ay niño!, vete a jugar. ¡Córrele!”

Me acuerdo que nomás por no contrariarla, me salí corriendo del salón, sintiéndome estúpido, pero de alguna manera influyente.
Cuando llegué a mi casa, a la hora de la comida, me enteré que mi mamá había estado cabildeando toda la mañana con el director mi cambio a otro grupo. El asunto era que, tantas mamás reclamaban lo mismo, que el director se comprometió con ellas a vigilar a la maestra “muy de cerca”, pues si cambiaba a todos los chamacos de grupo, aquello se quedaría vacío.

Mi madre, muy acongojada me hizo mil y una recomendaciones para lidiar con la maestra, y confiando en la suerte el tema quedó ahí reservado.

El año transcurría raro. Esta señora era capaz de contarnos dos horas de historias fantásticas de castillos, nobleza española y barcelonesa, para después pasar a las lecciones de español y madrearse a quien no le hiciera caso o llevara la tarea. Jalones de patillas, reglazos, gisazos, gritos destemplados (aún con “el tumor” en la garganta) y otras artimañas, era lo que esta santa señora usaba para tener el grupo “a raya”.

Yo mantenía a mi madre al tanto de todo; y su desesperación crecía. Ella sabía que ya no podía ir a pedir mi cambio; pero estaba la otra opción: que yo lo pidiera,
Aquí viene un corte, porque no supe como, otra vez antes de salir al recreo; que me llama la maestra. Cuando vi que se pintaba los labios y retocaba su maquillaje, sentí como que algo no andaba bien. “Vamos con el director” me dijo; entonces sentí que me fallaban las piernas.

Corte.

Ahí en su oficina, junto al lábaro patrio, era interrogado por el direc y la ñora esta.
– “Y dinos, ¿porqué te quieres cambiar, Carlitos?”
– “Esque mis amigos me molestan mucho. Sí estoy a gusto con la maestra, pero con los compañeros no.”
– “aaa… no te preocupes, porque yo voy a ver que BLA bla BLA bla…”

Mientras el famoso pistachón hablaba, yo sentía cómo mi oportunidad se esfumaba. Sabía que era un puto. Que la había desperdiciado.
Que me habían faltado los huevos para decirlo; y que esa ventana, se cerraba para siempre.

Corte.

Estoy chillando en la parada del camión con mi madre, y ella, se encarga de hacerme sentir peor de lo que estaba.
– “¿Porqué no dijiste? ¿Ya ves? ahora te vas a quedar ahí con esa loca. Tú pudiste haberlo cambiado.
– “BUAAAAAAAA… quiero ir a ver al director otra vez… vamos a verlo… sí le digo… por favoooorrr”.
– “No. Tu oportunidad se fue”.

Chin. Cayó el telón. Qué dura lección.
Y de ahí hasta estos días.

Me sigue doliendo el orgullo cuando estoy con la oportunidad, cuando puedo corregir una situación torcida y guardo silencio, apechugo y dejo pasar.
Ayer ni intenté meter las manos mientras entregaba a un judío vende coches a mi Damiana. Como a Chucho, la entregué por 14 chinches monedas y un cambiecito ahí.
¿Dónde quedaron todas esas horas de entrenamiento en negociaciones? ¿Dónde quedó la agilidad mental? ¿Era tal mi desesperación? ¿Debí entregarle a la Damiana a ese hombre desalmado? ¿Acabará de taxi en Chimalhuacán?
No lo sé. Pero sigue doliendo, y más gacho es para mí, encontrar recovecos sin luz en mi persona.

Y yo que pensé que había sacudido hasta el último rincón en la última escombrada.
Shit.

Categories
Corriente Explicaciones Marranadas

Libro interruptus

«… no existen razones legítimas que justifiquen la dificultad o el aburrimiento de los libros (…). La sabiduría no requiere un vocabulario o una sintaxis especializados ni se deriva para los lectores beneficio alguno del aburrimiento. Si se maneja con cautela, el aburrimiento puede servir de valioso indicador del mérito de los libros. Aunque nunca puede ser suficiente para emitir un juicio (y, en sus modalidades más degeneradas, deriva hacia la indiferencia y la impaciencia deliberadas), el tener en cuenta el grado de aburrimiento puede atemperar la tolerancia, por lo demás excesiva, a los disparates. Quienes no prestan atención a su aburrimiento al leer, al igual que los que no hacen caso del dolor, pueden estar incrementando su sufrimiento de manera innecesaria. Sean cuales fueren los riesgos de caer en el aburrimiento sin motivo, no menos peligroso resulta el hecho de no permitirnos jamás perder la paciencia con nuestras lecturas.»

«Toda obra difícil nos enfrenta a la disyuntiva de tachar de inepto al autor por su falta de claridad, o de estúpidos a nosotros mismos por nuestra incapacidad de captar de qué va la cosa. Montaigne nos anima a echar la culpa al autor. Existen muchas posibilidades de que una prosa incomprensible sea fruto de la pereza antes que de la inteligencia. Lo que se lee con facilidad rara vez ha sido sencillo de escribir. O bien pudiera suceder que un estilo semejante enmascarase la ausencia de contenido. La ininteligibilidad ofrece una protección incomparable a quien nada tiene que decir.»

Alain de Botton, Las consolaciones de la filosofía.

Categories
Marranadas

Telaraña mental

El sueño de la razón«Mira, querida mía… Hace dos mil años, para ser tolerante, bastaba con estar en contra de la aniquilación sistemática de ladrones y criminales. La mayoría de la gente encontraba normal la pena de muerte, la sumisión de las mujeres, la esclavitud, la ley de los religiosos y la del caudillo local. El que proponía que ejecutaran a los ladrones sin torturarlos primero pasaba ya por ser un espíritu tolerante o, para los encargados de mantener el orden, por un loco utopista cuyas ideas progresistas serían la perdición de la sociedad. Hoy, cuando cualquier gilipollas canta las virtudes de la tolerancia, resulta cada vez más difícil ser su abanderado y es imposible distinguirse de la masa moral. Los tolerantes ya no escandalizan a nadie, ya nadie los critica ni los elogia. Antes la tolerancia era una especie de aristocracia de los espíritus más vanguardistas; hoy, en cambio, como se ha popularizado, esos aristócratas, para no perder su posición, tienen que llevar su tolerancia hasta extremos que hace un siglo no habrían ni imaginado. Buscan otros límites, en el sexo, el arte, las drogas, van allí donde estén solos, lejos de los bienpensantes, que marcan el límite que ellos han de traspasar. Necesitan la moral mayoritaria para oponérsele, para gritar “No a la censura” y sentirse herederos de los que antaño se jugaron la vida combatiéndola. Pero no arriesgan nada, y, además, así ganan más dinero y tienen más fama.»
Martin Page, El vuelo de la libélula.

Categories
Inspiración pura Marranadas

Irracional

Mi locura es el convencimiento de que una parte de mí siempre está buscando un modo original de ser libre.

(Chispazo producido por una vista al blog de Ga, La señorita escritora)

Content Protected Using Blog Protector By: PcDrome.