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Razones de letras III: La gana soberana

“Con la certeza matemática de no ser más tonto, me senté ante mi mesa y escribí una novela” — G. Tommasi di Lampedusa

Hay ocupaciones (es decir, características, no necesariamente virtudes) que parecen invocar victimarios espontáneos.

Tal es el curioso efecto que provoca en ciertas personas enterarse de que a uno le gusta leer. Por ejemplo un amigo –devoto de las actividades al aire libre– que al encontrar al lector instalado en cómoda silla, con el grado de sombra preciso y una bebida refrescante al alcance de la mano, sólo atina a decir: “¿Cómo te puedes quedar allí sin hacer nada en un día tan maravilloso?” O, al contemplar las condiciones de un ejemplar que hacen evidente su uso repetido: “¿Para qué guardas un libro que ya leíste?”.

Es peor si descubren que, aparte de disfrutar la lectura, nos gusta escribir. “Has de tener mucho tiempo“, me dijo uno, con el tono de que eso de trasladar ideas al papel delata consagración absoluta a la holgazanería (con h). Igualito le dicen a los diseñadores, arquitectos, actores y muchos otros, que porque nomás hacen dibujitos, repiten palabras o pulsan botones. Cómo no.

Otro quiso saber sinceramente cuántos libros he escrito. Igualmente sincero (y casi tan pragmático) le dije: ninguno que valga la pena todavía. De inmediato me contestó: “¿Entonces, de qué te sirve  escribir?”.

La respuesta no la transcribo. Pero me recordó (más o menos) un viejo chiste:

Leí que el alcohol era malo y dejé de tomar. Leí que el tabaco era malo y dejé de fumar. Leí que el sexo era malo y dejé de leer.

Yo sigo leyendo. Y escribiendo también. Porque sí.

 

By Ivanius

Intérprete de sueños, devoto de las palabras, adicto a la imaginación. Lector irredento y escribidor repentino. Ciudadano y no me canso.

9 replies on “Razones de letras III: La gana soberana”

Mi querido Ivanius…

Recuperado de mis pérdidas y nostalgias, vuelvo a retomar las buenas costumbres y vengo a refugiarme en tus letras…

Creo sinceramente que la mayor parte de la humanidad tiene la idea errónea de que el trabajo intelectual es menos productivo que el trabajo físico… Grave error!!! Incluso cuando se habla de economía, comercio y producción, el origen es una idea. Es decir que alguien tuvo que sentarse a pensar antes.

Admiro tu estoicismo al escuchar tales reflexiones. Personalmente cuando esto me ocurre, dejo que mis orígenes barriobajeros salgan a flote, desparramando palabrejas saturadas de erres y haches.

Mil veces viajar con la mente en un cuarto de hora…

Me sorprende tu capacidad para escuchar sin alterarte, como si leer o escribir fuera cosa de perder el tiempo y hacer ejercicio fuera lo único bueno que existe para vivir. ¿Qué sería de nosotros si no tuviésemos la capacidad de imaginar al leer o escribir?, sé lo que sería, ya lo viví.

Un abrazo Choncho Chancho.

Alguna vez alguien conocido y no precisamente letrado o por el gusto de ellas… ja me dijo que me haría volver al camino del bien – como salvador- paradojicamente asi se llama; me haria volver a la vida social, me haria reflexionar que el escribir es totalmente una pérdida de tiempo, de esfuerzo y sobre todo de exaltar la imaginación de manera brutal en mi prejuicio.

Bruto! me dije yo, ¿como alguien viene a criticarme mi adorado vicio si este se queda tan afectado por que a su jugador favorito lo balacearon en el baño?

y asi, me dije a mi misma
yo ya me salvé desde hace rato
escribo
a veces no para otros, (a veces agradezco que otros quieran leerme)
a veces para mi

una vez alguien me hizo un elogio a causa de lo que escribo y me lo tome tan en serio y sentí tan bonito (pero esas cosas si se guardan en el corazón no se escriben) ^^

Pues tal cual: así como a tu amigo le gustan las actividades al aire libre, a ti te gusta leer y escribir. Y punto. Lo que me sorprende es que todavía haya gente a la que le sorprenda que otros prefieran leer y/o escribir.

Abrazo

Ja! Mas o menos la misma reaccion que produzco cuando le cuento a alguien que, ademas de leer y escribir, estoy aprendiendo a pintar. “Vaya vida de dama inglesa la que llevas!”
Escribe, Chancho, que te leemos con sumo gusto!

Le Cid: No creas, también se ocupa el lenguaje barriobajero. A veces, incluso gracias a él han surgido conversaciones más que interesantes; todo está, como bien dices, en “pensar antes”. Bienvenido otra vez.

Malquerida: Seguramente tendríamos “otra clase de tiempo”… pero habría que emplearlo igualmente en trabajar.

Jolie: Así sucede, siempre hay quienes nos pretenden retornar al “buen camino”… y a veces resulta entretenido dejar que lo intenten un rato. Quién sabe, quizás de allí surja alguna historia que valga la pena escribir.

Marichuy: Sorpresas te da la vida (aún), dice la canción. Mientras la haya, seguiremos escribiendo. Abrazo.

Pelusa: Diría mi abuela: China o inglesa, pero siempre dama, que no es juego. 🙂 ¡Gracias!

También me ha dado rabia el comentario… sin embargo, me fascina pertenecer a este ‘selecto chiquero’ que se vanagloria de actividades tan ‘sin sentido’ para la (por desgracia) mayoría de las personas… ¡sigamos leyendo y escribiendo! (lo de Pelusa es empacho, mira que además ¡¡¡pintar!!! *carcajada*). 2011 muy humanistas pero siempre renacentistas y coloridos.

Sería un desastre para mi economía que dejaras de leer mis libros (nomás los publique un día de estos), pero una catástrofe dejar de leerte (a ver si no de dónde plagia uno).

Paloma: Los hay, los hay…. y por eso es necesario equilibrar. Así lo hacen los queridos comentantes y visitantes de este lodoso rincón, que es lo que es gracias a ustedes. 2011, siempre.

Maldini: Gratísimo, como siempre, hallar un comentario y visita. Por favor, no deje de avisar dónde es que habita ahora en el ciberespacio, pues sus datos de localización parecen no estar vigentes, y letras como las suyas siempre hacen falta, para espejear, que no para plagiar. Por supuesto, esperamos los libros, con autógrafo incluido: usté dirá.

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